Columnas
Afganistán, los resultados del imperialismo Yankee
Por Raúl Fajardo| Jueves 19 de agosto del 2021
Si yo fuera el responsable de hacerle una carta a los Estados Unidos de parte del pueblo de Afganistán, empezaría con la frase “mejor no me ayudes, compadre”, usada de manera coloquial cuando una persona, por intentar ayudar, termina empeorando las cosas.
El caso es que los yankees solo fingían, ni siquiera estaban intentando ayudar. Por eso las declaraciones de Biden, que cambian completamente el discurso que por años estuvieron manejando, afirmando que la misión del ejército nunca fue la de instaurar un gobierno democrático, si no, la de asegurar que cesaran los ataques terroristas contra su país.
Les recordaría que en los 70 y 80s ellos mismos financiaron grupos de muyahidines, combatientes fundamentalistas islámicos (después fundarían el Talibán en 1994 y otras organizaciones, algunas terroristas) con el objetivo de derribar el gobierno comunista de la República Democrática de Afganistán, a su vez apoyado por la Unión Soviética, la cual intervino militarmente en el territorio para combatir las guerrillas. Gobierno que por cierto, garantizaba los derechos y libertades de las mujeres, un tema central en la actual crisis humanitaria.
Pediría que se hicieran responsables por su política intervencionista y militar, en donde acostumbraban entrenar en tácticas insurgentes a personajes opositores a gobiernos de izquierda, no solo de medio oriente, también en Latinoamérica y África.
Siendo el caso más infame, Osama Bin Laden, que siendo un líder extremista guerrillero, participó en la guerra contra la URSS y recibió entrenamiento por parte de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, donde aprendió a desviar dinero, preparar explosivos y mantenerse oculto. Años después fundó el grupo terrorista Al Qaeda, responsables de los atentados terroristas del 9 de septiembre de 2001.
Los haría responsables de haber provocado ellos mismos el peor ataque de su historia y usado esa excusa como motivo para iniciar dos guerras, una en Irak y otra con 20 años de duración en territorio afgano. La última, que inició en el 2001, costó más de 250 mil vidas y 2.26 billones de dólares en gastos de guerra.
Cifras tan exorbitantes que los obligaron a retirarse, esperando que el ejército afgano, entrenado por ellos mismos, resistiera los embates de los insurgentes. Incluso admitieron que no esperaban que cayeran “tan rápido”, dando a entender que ya sabían cuál sería el destino de miles de personas, que ahora, viven atemorizadas de las salvajes castigos que los talibanes aplican a aquellos que no obedecen la ley sharia, los cuales fueron abandonados a su suerte, aun cuando muchos colaboraron con la ocupación y ahora sus vidas están en riesgo inminente.
Por último haría un llamado internacional. Los pueblos del mundo debemos despreciar el imperialismo estadounidense, dejar de comprarles la narrativa de que son los paladines de la democracia, abrir los ojos para entender que todas sus acciones son exclusivas para su beneficio, y ni siquiera el de los ciudadanos norteamericanos, si no, el de las empresas armamentistas que generan billones de dólares a costa del dolor de millones de personas que han visto su vida destruida a consecuencia de una “operación para la libertad”.
Militarmente ya han demostrado que ni todo el dinero que invierten en el ejército puede ganar absolutamente todas las guerras, que siempre habrá personas que les hagan frente para bien o para mal.
Debemos resistir la influencia gringa en todo el mundo y defender nuestro derecho a la libre autodeterminación de los pueblos. Gritemosle al Tío Sam que los demócratas no necesitamos de sus bombas.
El Yankee es el verdadero terrorista.
Coahuila
¡FUERA MÁSCARAS!
Lorenzo Córdova se quita la máscara y Marko Cortés se la vuelve a poner.
No es de extrañarse que el ex Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral y artífice de “El INE no se toca”, haya sido el elegido por Claudio X. González como el “orador único” en la mal llamada “marcha por la democracia”, la cual se disfraza por ser organizada por sociedades civiles, cuando claramente la convocan figuras de la élite PRIANISTA que existe en nuestro país.
Ahora, vamos a hablar de Lorenzo Córdova Vianello; en su cargo como Presidente del INE, no hizo más que obstaculizar las iniciativas y ejercicios de democracia participativa que promovió el Gobierno Federal, tales como el plan B electoral y la Revocación de Mandato, Córdova Vianello llegó a decir que no le alcanzaba con los mil 503 millones de pesos que contaba para realizar la consulta de Revocación de Mandato, y para esto me gustaría citar al Senador por morena, César Cravioto, quien señaló en una rueda de prensa lo siguiente:
“El presidente del INE ha manifestado que se requieren tres mil 800 millones de pesos, sin embargo, si se divide esa cantidad entre 161 mil casillas, cada mesa receptora costaría 23 mil 602 pesos, “cuando en la consulta para el juicio a expresidentes costaron menos de nueve mil pesos cada una; entonces lo voy a decir con todas las palabras: O quieren robarse el dinero, o quieren poner más trabas para que no se haga la consulta”.
Ahora, la “democracia” que supuestamente defienden los organizadores de la marcha es producto de una hipocresía; ¿Cómo se defiende algo que se ha pisoteado durante años por ellos mismos? Hablemos de Marko Cortés.
El Dirigente Nacional del PAN, subió un video a sus redes sociales en donde manifestó que acompañó a los ciudadanos en defensa de la “democracia y la libertad de méxico”, cuando descaradamente, el 9 de enero de 2024, él mismo publicó un documento en donde se exhibe el convenio con el PRIAN de Coahuila para la repartición de notarías, Institutos Autónomos, Rectorías de Universidades entre otras cosas; eso claramente define las malas prácticas que pisotean los derechos del pueblo.
Lorenzo Córdova y Marko Cortés son sólo algunos ejemplos de las y los asistentes que se disfrazan de demócratas, cuando tienen una larga trayectoria violando los derechos del pueblo mexicano.
Coahuila
Salud Mental, un reto para la Transformación.
Uno de los compromisos de la doctora Claudia Sheinbaum es “reforzar el sistema de salud público y gratuito” y es también, uno de los grandes retos del segundo piso de la cuarta transformación en cuanto a la salud mental. Las cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud) revelan que la salud mental de los mexicanos va en deterioro y al mismo tiempo es uno de los temas menos atendidos por el sistema de salud.
De acuerdo con la organización mundial de la salud, las enfermedades mentales que más afectan a los mexicanos son el trastorno de ansiedad, bipolaridad, depresión, trastorno por estrés postraumático, problemas con el neurodesarrollo y los trastornos de la conducta alimentaria. Dichas enfermedades son diagnosticadas a través de la encuesta nacional de epidemiología psiquiátrica (ENEP) y se realizan en la población de 18 a 65 años desde el 2003.
Los estudios del ENEP confirman que cada año las cifras de estas enfermedades van en aumento, pues en el 2003 el 4.5% de la población tenían episodios depresivos constantes, siendo el 5.8% en mujeres y el 2.5% en hombres. Del 2006 al 2009 las cifras aumentaron al 9.5% de la población, del 2010 al 2015 al 15.3%, del 2016 al 2020 un 27% de la población y del 2020 a la fecha increíblemente entre el 76 y el 85% de la población mexicana presentan desórdenes mentales que afectan su vida diaria. Siendo la depresión y la ansiedad los principales problemas de salud mental entre los mexicanos, derivando también en un aumento en los casos de suicidio cómo una consecuencia directa de estos trastornos.
Es conveniente recordar que el 25 de noviembre del 2019 comenzó la pandemia del COVID-19, con ella se visualizaba un incontable número de decesos y se estudiaban las secuelas físicas que serían consecuencia de la enfermedad. Lo que no se preveía era el impacto tan significativo que esto tendría en la salud mental, dando el aumento a las cifras ya mencionadas, así como también cambiando las normativas de los estudios que se realizan, pues hasta 2019 la encuesta se realizaba a partir de los 18 años, pero al inicio de la pandemia comenzó a realizarse en niños de 10 años.
El tema de la salud mental es muy complejo y se pudieran seguir redactando las cifras en aumento dentro de ciertos sectores de la población, poniendo como ejemplo a los adolescentes, quienes padecen cada vez más TCA (Trastornos de la conducta alimentaria) y trastornos de ansiedad. Lo importante aquí es destacar que México no cuenta con ningún acuerdo, tratado o convenio para tratar las enfermedades mentales en el país, ni manejarlas cómo una causa de discapacidad en muchas actividades del día a día.
Esto es un foco rojo que sin duda es un reto y a la vez un compromiso de la candidata presidencial, pues lo único que existe en materia son artículos en donde se generaliza la salud mental como “bienestar general del individuo”, esto sin llegar a profundizar en un trastorno que pudiera considerarse una discapacidad, la depresión, por ejemplo; es un trastorno mental que ocupa el primer lugar en México y que requiere atención psiquiátrica, pues los episodios depresivos van desde el llanto sin causa aparente, hasta un insomnio grave, donde el individuo puede pasar varios días sin dormir manteniéndose en un estado somnoliento que pone en riesgo su salud y la de las personas a su alrededor cuando se trata de actividades laborales con maquinaria pesada, siendo así causa de incapacidad laboral.
En Coahuila desafortunadamente los centros de trabajo y las escuelas, cuentan con poco o nulo personal para la atención de la salud mental, las cifras de la OMS en 2022 indican que existen solamente 10 profesionales de la salud calificados por cada 100 mil habitantes y de estos solamente el 20% recibe tratamiento. Cifras alarmantes dado lo importante que es no solo la atención inmediata, sino también el seguimiento al problema de salud mental que afecta al individuo.
El compromiso de la Dra. Claudia Sheinbaum es trabajar en la materia de salud mental, dándole la atención necesaria, para que todos los mexicanos puedan recibir la orientación y atención necesaria, logrando un estado de salud mental pleno. Considero que es uno de los compromisos más importantes en el segundo piso de la transformación, pues sin la salud mental, no hay bienestar.
Coahuila
Contraste
El día 9 de enero de 2024, fue la fecha límite para el registro de las coaliciones de partidos políticos ante el Instituto Electoral de Coahuila. Sin ningún contratiempo, Diego del Bosque, dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y Ricardo Mejía Berdeja, quien encabeza al Partido del Trabajo (PT), se presentaron ante la ya mencionada autoridad electoral, con la finalidad de hacer oficial la coalición y dar por sentada la unidad entre ambos partidos de izquierda.
Dicho esto, la coalición conformada por MORENA y PT en el Estado de Coahuila, representa una alternativa política viable, que permitirá que la Cuarta Transformación permee en la entidad.
En contraste, la casi lograda alianza entre PRI-PAN-PRD-UDC se vio mermada por un error del Presidente Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien reclamó al actual Gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, que cumpliera un acuerdo firmado en el que se redactó la repartición de candidaturas, notarías, oficinas de recaudación y puestos clave entre ambos organismos políticos para las elecciones de 2023 y en las que se llevaran a cabo este año.
En consecuencia a lo anterior, el PRI, PRD y UDC, representados consecutivamente por Carlos Robles Loustaunau, Mary Thelma Guajardo y Lenin Pérez Rivera, dieron por oficializada la alianza, dejando fuera al PAN. Cabe decir que la dirigente de dicho partido, Elisa Maldonado Luna, no asistió al instituto.
Ahora bien, después de dicha acción por parte del Dirigente Nacional del PAN, se evidencia lo que era un secreto a voces, Coahuila ha sido gobernado por el PRIAN, y seguirá mientras no estemos atentos a los detalles. Esto lo menciono, a razón de que uno de los “políticos” que suscriben el acuerdo publicado en redes sociales, es el diputado federal, Rubén Ignacio Moreira Valdez, quien representa lo peor de la política local.
Por lo anterior, respetable lector, hago un llamado a la conciencia política, que es necesaria para no caer en el engaño coaccionado por dádivas, que no son la solución a los problemas sociales que imperan en Coahuila.